Un turista extranjero se deja en la Región casi 86 euros al día de media. Un turista de golf, 170 euros. El doble. Hay un nuevo estudio en marcha, pero el primer informe sobre el ‘Impacto Socioeconómico de la Industria del Golf’, realizado por la Universidad de Murcia (UMU) y que vio la luz en 2016, arrojó tal cantidad de datos que no dejaba ninguna duda sobre la importancia del turismo de golf en la Región. De que indudablemente es un segmento estratégico para la Comunidad y que ejerce un papel trascendente para combatir la ‘bicha’ del sector: la estacionalidad, uno de los frenos más significativos del crecimiento turístico.

Mientras el turista ‘tradicional’ se mueve en los meses que todos entienden como ‘los de sol y playa’, el de golf acapara, precisamente, todos los meses fuera de esa campaña de veraneo oficial que se extiende del 15 de junio al 15 de septiembre. Su complementariedad temporal encaja como un guante. Todo un aliciente para el subsector del alojamiento, la hostelería, el transporte, el comercio y el ocio en general, además de generar otros impactos, como la captación de inversiones, y de la estabilidad laboral que proporciona.

Además, la Región de Murcia es una de las comunidades con mayor aumento del turismo internacional en los últimos años -el sector creció un 6,7% en 2017- y es la séptima con el mayor volumen de visitantes extranjeros. Y la razón es el golf. Sí, ese deporte del que, por desconocimiento en la mayoría de las ocasiones,  Tal y como indica Peter Walton, «la Región es ya un destino maduro y tiene una gran capacidad de crecimiento». Y algo debe de saber de esto Walton, ya que es el máximo responsable de la Asociación Internacional de Touroperadores de Golf.

recientemente con la consejera de Turismo, Miriam Guardiola, quien les reconocía abiertamente «los impresionantes números de este sector». La consejera es rotunda: «Este deporte es uno de los motores fundamentales de la Región. Los datos demuestran que el golf es clave en esta apuesta».